No es oro todo lo que reluce.

Aquel día de lluvia, de frio o de más calor, en el que nos disponemos a coger nuestro ordenador portátil y a relajarnos en el sofá mientras vemos páginas que nos interesan , la tele o cualquier otra cosa y justo en el momento mas importante, ¡Pum! nos falla el internet.

Hasta hace poco se creía que el Wi-Fi se presentaba como algo perfecto e innovador y que funcionaría correctamente, sin bajar su rendimiento, en cualquier época del año, pero un estudio realizado a lo largo del año 2011 por investigadores del Instituto del campus de Gandía, de la Universidad Politécnica de Valencia UPV, han demostrado que los fenómenos meteorológicos afectan de forma significativa a las conexiones inalámbricas Wi-Fi, dicho estudio se basaó en un análisis estadístico sobre el funcionamiento de la red inalámblica de la universidad y de la información recogida por la Agencia Epañola de Meteorológica ubicada en el campus de Vera.



Se creía que las condiciones meteorológicas no influían en frecuencias inferiores a 10 GHz (Giga Hercios)  pero ellos han demostrado que algunos factores como los mencionados anteriormente afectan a las redes inalámbricas que funcionan a una frecuencia de entre 2 y 4 Gigahercios. Por lo que se verifica que los fenómenos meteorológicos sí afectan a este tipo de conexión.


 Este estudio se ha realizado con el fin de que los diseñadores e investigadores puedan creaer nuevos productos potencialmente capaces de adaptarse a las catracterísticas del clima.





Así que a partir de hoy ya sabeis que no os falla el internet por decision de un ser superior que no desee que hagais lo que sea que esteis haciendo, sino porque el producto no esta diseñado para soportar los cambios climáticos bruscos. No todo resulta ser tan perfecto como lo presentan.