domingo, 10 de febrero de 2013

Las apariencias engañan.


 

Hay mucha gente que nada más ver a otras realizan un juicio según su aspecto o sus rasgos faciales, porque parecen ser personas de carácter agresivo, bordes, tristes, etc. Pues bien, un estudio publicado en la revista PLOS ONE , indica que la actitud y el comportamiento violento de los seres humanos y los rasgos faciales de estos no están relacionados. Este estudio fue llevado a cabo por un grupo de investigadores españoles, argentinos y mexicanos. Se basaron en la muestra de 50000 varones de 94 poblaciones de todo el mundo.

Este trabajo aporta datos científicos que rechazan la hipótesis previa que relacionaban la actitud asocial y criminal de ciertos individuos. Los autores de dicha investigación analizaron el índice fWHR, es decir,  la relación entre la anchura y la altura faciales.
Los resultados descartan cualquier tipo de conexión ente en fWHR y la agresividad. Para los coordinadores del trabajo, Ronaldo González José y Jorge Gómez Valdés, esto puede servir de condicionante a las personas que adoptan actitudes racistas, discriminatorias o intolerantes hacia ciertas personas, por el simple hecho de la apariencia.

Con este estudio se demuestra que las facciones no tienen nada que ver con el comportamiento del individuo y que cada uno es como es más allá de la apariencia.


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